jueves, 28 de abril de 2011

La magia del ejercicio muscular

Hay en la biología humana un complejo entramado de estructuras asociadas a los músculos que hasta el momento han pasado desapercibidas para la medicina convencional, pues no les reconoce su verdadera función que es más que estética.

Son ellas las " facies musculares", envolturas que individualizan un músculo o sus componentes grupales de fibras del mismo, que se especializan en ciertas acciones modulares muy específicas. Ellas son membranas muy delgadas y transparentes como el papel celofán. Les reconozco como una extención del sistema nervioso motor que integra el impulso motriz y el impulso neurovegetativo ( simpático y parasimpático )en una función " MAGICA " aun no dilucidada por las ciencias médicas.


Cuando el músculo ejercita su actividad cinética, una gran parte de la corriente eléctrica que se genera en el trabajo muscular, se va por las facies musculares de manera difusa y en cascada a otras estructuras biológicas circunvecinas como huesos, articulaciones,vasos sanguíneos,órganos, vísceras, glándulas, tejidos neurológicos y piel,a las cuales regala un valioso estímulo vital de potencialización energética y funcional, de renovación y de rejuvenecimiento. Esto funciona en una relación metamérica, es decir, cada músculo tiene néxos de familiaridad con un grupo de tejidos afines que tuvieron un origen común en los procesos de formación embriológica o fetal.

Podemos concluir entonces que la vejez no viene con los años sino con la falta de ejercicio, que en la tercera edad es más importante el ejercicio que en cualquiera otra época de la vida y que el ejercicio ha de hacerse de manera global, con la participación de todos los músculos del cuerpo. Lógicamente ha de tenerse en cuenta el acompañamiento del ejercicio con una respiración apropiada y una alimentación balanceada.

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